jueves, 2 de agosto de 2007

La Fiebre por la Cocina (I)

Evidententemente, existe una fiebre por el tema gastronómico. Buenos restaurantes, programas de televisión, revistas, escuelas, libros y un enorme boom publicitario que enaltece la labor de las estrellas de la cocina han generado una creciente fascinación por el arte de la mesa y los elementos que la acompañan.

Es tan obvio que hasta los dibujos animados relacionados al tema se vuelven un éxito.

Haciendo referencia a los elementos que he nombrado antes.... creo que lo mas apropiado es empezar por las escuelas... las hay de diferentes niveles (de costo y de enseñanza) y se encuentran llenas de cuatro categorías básicas de asistentes: 1. los emprendedores enamorados de la cocina que buscan hacer camino en una carrera en franco auge pero full de competencia, 2. los operadores del sistema de restaurantes (dueños, mesoneros, cocineros autodidactas, etc.), 3. amas de casa cuya misión es mejorar su desempeño social y 4. soñadores que entre su convencional rutina esperan que se generen su vida las condiciones necesarias para dedicarse a una pasión universal: la cocina!!!

En éste escenario pudiese establecer algunas opiniones generales:

- Parece ser un buen negocio. Obviamente, detalles relacionados al mundo gastronómico dejan sentado que parte del asunto se encuentra relacionado en producir algo que gusta, satisface, y tiende a dar a quienes los reciben un sentido de exclusividad sobre lo que comen que es producto, hoy en día, de un esfuerzo creativo y de originalidad desarrollado en función de la satisfacción de gustos generales o populares de nuestras sociedades. Sin embargo, y pese al romanticismo que ello implica, ésto tiene un precio, un muy buen precio... por tanto... es un negocio rentable... y la experiencia parece señalar que es así aun cuando no lo hagas muy bien, ya que en muchos lugares, hasta la más extraña venta de comida parece sostener buena clientela... pero producto de algunos otros factores como la ubicación, la oferta, la promoción, los precios o la atención al cliente.

ATENCIÓN AL CLIENTE
Antes de ir a la escuela de cocina, creo que prácticamente podría haber comido cualquier cosa... especialmente cuando fui a la universidad, imagino que estuve expuesta a una amplia gama de parásitos, bacterias y otras enfermedades contenidas en platos de olor, color y SABOR característico (sandwichs, perros calientes, empanadas, arepas, pastelitos, tortas, jugos, etc.).
Hoy en dia parece terrible encontrar una aceituna con huesito en el plato de un restaurante que se haga llamar de categoría, que la pimienta este puesta la mesa en un frasquito en polvo, que el tipo te ponga pan en una cesta después de agarrado dinero de la última cuenta! (entre otras cosas).
Sin embargo, aunque nos volvamos delicaditos, parece sorprender las cosas que estamos dispuestos a dejar pasar cuando quien nos atiende nos hace sentir como a un jefe de estado una cena diplomática, aún cuando nos encontremos comiendo hervido en un remate de caballos.

La mezcla de buena comida, gran ambiente y excelente atención parecen ser la clave del éxito!

Pese a ello, siempre me reservo la discrecionalidad de comer algunas empanadas duras, algún plato desabrido o un camarón que parezca chicle para disfrutar de la atención y el esmero que en algunos contados sitios nos brindan la oportunidad de sentirnos el mejor cliente del mundo aunque sea por un ratito.

1 comentario:

Unknown dijo...

hola yo soy Maigualida Moya mama de Gilberto el del correo y mi nombre segun mi mama es de origen Yekuana y significa <Agua clara